La marca Sodastream, fabricante de aparatos para hacer bebidas carbonatadas caseras, fichó este año a la actriz Scarlett Johansson para protagonizar su anuncio. Contrariamente a lo que ha pasado otros años, la organización del evento deportivo no ha censurado el anuncio por su alto contenido erótico, sino porque acababa metiéndose con la competencia, en concreto con Pepsi y Coca Cola, dos de los anunciantes tradicionales de la Super Bowl.
La protagonista de ‘Lost in Translation’ se quita el albornoz y agita su melena al viento mientras lame una pajita. “Lo siento, Coca Cola y Pepsi” termina diciendo la actriz mientras alguien canta de fondo “Oh, sí, lo ha hecho”.
No parece que Sodastream esté muy preocupada ante la censura de su publicidad en el evento deportivo. Según el analizador de tendencias Google Trends, la búsqueda de noticias en la web relacionadas con la marca se ha disparado en los últimos días, dándole una publicidad que ningún evento deportivo podría igualar.
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